
Me ha sorprendido mucho esta autora. Primero porque me esperaba algo aburrido, para nada. Es super divertido. Después pensé que iba a ser difícil de leer, en el sentido de que me lo esperaba espeso, pero de nuevo error. Es ligero, fresco, divertido, picante. Tiene de todo para que sea una lectura amena y que disfrutes mientras estás leyendo.
Cada uno de los tres amigos son muy interesantes: Celia, Alvaro y Nicolás. Tres amigos desde la infancia que aunque han mantenido el contacto no han estado muy cerca últimamente. Se vuelven a juntar por una herencia que les ha dejado su padrino. Un hombre huraño, y en ocasiones grosero.
Alvaro y Celia han tenido una relación hace años, pero por circunstancias que no voy a contar se separan, aunque entre ellos siempre hay algo. Aparte que se entienden muy bien en el dormitorio.
Nicolás juego en otra liga. No le gustan las mujeres. Es un famoso chef y vive, pero no es feliz.
La herencia hace que tengan que plantearse si quieren casarse para heredar. Pero en principio ninguno la quiere, hasta que Celia quiere hacer algo con su vida, hacer lo que realmente le gusta. Y decide que va a buscar un marido ficticio. Esto hace saltar las alarmas de Alvaro, y junto a Nico se proponen truncar sus planes.
De verdad que hay situaciones muy divertidas.
Escenarios tenemos varios: el pueblo donde veraneaban, las Vegas, Madrid. Y los personajes del pueblo son entrañables. El abuelo Cele es la caña y un hombre muy sabio. La nieta Susana también me ha gustado... y en serio no os descubro más, pero son de esos libros que descubres y dices: dónde tenía yo esto escondido, y porque no lo habré leído antes.
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