Esta semana he leído varios libros.
Una boda en invierno de Brenda Novak.


Me ha parecido flojo para lo que nos tiene acostumbrados esta autora. Se lee rápido y es ameno. Pero me ha faltado algo más de pasión.

Después he leído un libro que me ha sorprendido:
Durante la exposición de la última colección de cuadros de una artista con un pasado escabroso, se produce un asesinato. Máximo, el prometido de la dueña de la galería, se siente muy atraído por Teodelina, cuyo nombre artístico es el mismo que el de la exposición: Ultra Negro, inspirado en el color que usa en sus inquietantes lienzos. Atrapado por el embrujo de su arte y de su persona, Máximo no consigue mantenerse al margen de la vida de aquella joven promesas del arte contemporáneo, poseedora de un talento y un carácter muy especiales.

Aunque a ojos de la policía Ultra Negro es la principal sospechosa, Teo y Máximo tiran del hilo y logran desenmascarar una trama de tráfico de drogas y mujeres que se remonta a una de las etapas más oscuras de la artista. 

Dueños de dos existencias que nada tienen en común, Teodelina y Máximo quedarán enredados en una historia que los obligará a enfrentarse a los fantasmas del pasado y a luchar con uñas y dientes por un amor que se gesta en los rincones más recónditos de sus corazones.

Me llamó la atencion la portada. Esos ojos maquillados en smokey pero exagerándolo. Luego me llamaron la atención los personajes, son totalmente opuestos. 

Teodelina, o Teo para los amigos viene de sobrevivir a una situación complicada. Después de vivir en la calle a la muerte de su madre, fue secuestrada por una red de trata de blancas. Para sobrevivir hizo de todo, incluso vender drogas, y también consumir. 

Se enamoró de una guapísima mujer, Nicole, que llegará a ser una modelo importante y Teo una excelente pintora. Pero arrastrando una gran carga a sus espaldas.

Máximo es un chef, pero que también arrastra un pasado: al principio fue cirujano, pero un error le hizo cambiar de profesión. Tiene una hija de su primer matrimonio y ahora está comprometido con la dueña de una galería de arte. La misma galería dónde va a exponer Teo. 

A partir de la exposión la historia se complica. Máximo y Teo se conocen y desde el principio sienten algo al estar juntos. Al día siguiente aparece muerta  Andrea, la ayudante de la novia de Máximo.Y todas las sospechan recaen en Teo. Sólo Máximo cree en ella desde el principio.

Y el siguiente libro que me ha gustado y me ha sorprendido, aunque el argumento no es nada novedosos es: 

Una palabra: quédate.

Era lo único que él tenía que hacer. Sin embargo, se subió a ese autobús y con él se llevó mi corazón.

Eso fue hace diecisiete años. Lo superé, me casé, tuve hijos, un hogar, todo lo que siempre había soñado. Pero mi esposo me traicionó y de nuevo fui abandonada.

Sola, sin dinero y con dos hijos, no tuve otra opción más que volver a Tennessee. Se suponía que él no iba a estar ahí. Tendría que haberme asegurado, sin embargo el destino en ocasiones es incontrolable.

Esta vez, las cosas han cambiado. Es mi decisión. Las segundas oportunidades existen, pero no sé si podremos reparar lo que una vez se rompió.

Es una historia de segundas oportunidades. Pero está relatado de una forma muy cercana. Conoceremos a todos los implicados en la historia. El pasado y el presente de ambos y el entorno donde viven.

Después de vivir en la ciudad con su familia y sus hijos. Presley tiene que trasladarse al rancho de sus padres pues no tiene nada. Ni casa, ni dinero, ni un trabajo que la mantenga a flote. 

Allí volverá a trabajar en el rancho para pagar sus deudas. Volverá a reencontrarse con su primer amor. Aquel con el que iba a casarse, pero que la dejó para jugar en la liga profesional de Béisbol. 

Hoy es mi Cumpleaños. Y sí, lo pongo con mayúsculas, porque no todos los días es tu cumple, ni cumples 44 años.. jaja.. Sólo es un número.

Tengo varias reseñas atrasadas. Y es que he leído mucho, bueno y algunos un poco más flojos. Pero es bueno que haya de todo. Sino, sería muy aburrido.
He leído libros que eran serie, independientes, otros son trilogías,...etc.

La autora de El cielo sobre Darjeeling vuelve al continente que la catapultó a la fama: Asia. Amsterdam, 1882. En el barco de Amsterdam a Batavia, antigua Indonesia, dos mujeres muy distintas traban una bonita amistad: Jacobina, hija de buena familia, y Floortje, una chica enérgica de origen humilde. Ambas sueñan con la felicidad y quieren dejarse embriagar por la belleza del trópico, que imaginan como el paraíso. Sin embargo, poco a poco el Jardín del Edén revela sus profundiades, el volcán Krakatoa –hasta entonces tan pacífico– entra en erupción, y para sobrevivir las dos amigas deben librar una batalla a vida o muerte… Una novela landscape ambientada en Indonesia, un paraíso con el aroma de las orquídeas y el corazón de fuego…

Esta es una escritora que hasta ahora nunca me ha fallado. Todo lo que ha publicado me ha gustado mucho. Creo que son 4 libros y son todos a cual más bonito. Este tal vez es el que roza más una pequeña crueldad, pero es que el mundo no siempre es tan maravilloso. Y la autora nos muestra crudamente como era la vida en aquella época. Sobre todo para la mujer, niños, en definitiva para los más débiles. 

La historia de dos mujeres que se junta desde el momento que comparten el pasaje en un barco que les lleva a un nuevo destino. Desde Holanda a Batavia. Dos mundos diferentes. Costumbres diferentes. Climas diferentes. 
Las dos arrastran un pasado. Uno más difícil que el otro, pero nadie dijo que los comienzos fueran fáciles.
Una vez que llegan a destino, se separan, pero esperan estar en contacto. Jacobina se irá a ser gobernanta y cuidadora de unos niños. Vivirá con un matrimonio holandés, pero que lleva muchos años viviendo en Batavia. 
Floortje espera conseguir un marido gracias a la belleza que posee. Pero no todo es tan fácil, pues oculta un secreto que en el momento más inesperado salta por los aires. Y de esa manera su vida volverá a dar un giro. Vivirá en primera persona la prostitución. 
Jacobina conocerá el amor, y lo fácil que es fallarle a una persona. En este caso a ella. Acusada de matar a un niño y a una niñera es encarcelada. Y quien más debía protegerla, mirará hacia otro lado. Floortje irá al rescate de su amiga, de la que no duda ni un instante en que es inocente.

No os voy a contar más de la historia, pero me ha gustado muchísimo. Empieza de una manera que no sabes que esperar, pues no engancha tanto como otras veces, pero una vez que vas conociendo a los personajes hay un cambio increíble. Todo adquiere más ritmo.


La vida de Álex es justo lo que él ha querido siempre. Vive en Sin Mar, una urbanización tranquila a las afueras de la ciudad, y comparte sus días con su padre, la mujer de este, sus tres hermanas, a las que adora, aunque le vuelvan loco, sus cuñados, sus sobrinos, sus amigos y hasta un perro comunitario. Tiene el trabajo que siempre soñó y tantas mujeres dispuestas a pasar un buen rato como días tiene el año, o casi. No le falta nada. De verdad que no. Todo es perfecto tal y como está… hasta que llega ella. Y arrasa. Y lo vuelve del revés. Y lo descoloca. Y lo enciende, para bien y para mal. Ella, que no busca nada, salvo una vida tranquila. Ella, que lo último que quiere es una relación con alguien como él. Ella, que no corre hacia sus brazos, sino en dirección contraria. 
Ella. Solo ella. Siempre ella. 
Ella y su maldita sonrisa. 


Esta es la tercera entrega de la serie (sin mar). Me ha gustado, pero le pondría varios peros. Uno que es muy repetitivo el argumento de Alex. No quiero novia, no quiero ataduras... blablabla, y así hasta que cuando sabe lo que quiere, cambia su argumento, por no quiero que sufran por mi trabajo. 
En ella el discurso es diferente: quiero un hombre que se comprometa, que quiera a mi hijo.... etc.

Al final me ha convencido, pero me sobraban páginas. Me ha gustado volver a ver a todos los hermanos con sus respectivas parejas y me deja con ganas de la historia de Amelia. 


Junto a sus dos mejores amigas, Emma deja atrás la ciudad de Nueva York y viaja a California con el firme propósito de pasar las vacaciones con un cóctel en la mano, bajo el sol, en las cálidas playas de la costa. Un plan perfecto. O al menos lo fue hasta que se encontró con Alex, el chico que no solo le rompió el corazón sino que, además, la dejó plantada una semana antes de subir al altar para darse el «sí, quiero».
Por desgracia, Alex sigue siendo irresistible. Y aunque Emma siente debilidad por su mirada azul y su sonrisa canalla, no está dispuesta a volver a caer en sus redes. Todo quedó atrás. Él quedó atrás. Así es como deben ser las cosas. El problema es que «querer» no siempre es suficiente y a veces hay recuerdos que pesan demasiado.

Esta es la típica comedia que puedes ver un domingo por la tarde en la tele. Malentendidos por todas partes y diálogos muy divertidos. Me gustó, pero reconozco que no tanto como esperaba. 

Aunque es muy cortita, pues solo se trata de ver que en ocasiones nos obcecamos con cosas muy tontas, que discutimos con nuestra pareja por nada y que en definitiva la vida es muy corta para perder el tiempo.

Tras un desengaño amoroso, Elisa está decidida a retomar las riendas de su vida e ir tachando propósitos de su lista de objetivos: seguir siendo la mejor en su empleo, casarse, formar una familia, mudarse a una bonita casa a las afueras… ¿El problema? Uno pequeño, como que todavía no ha conocido al futuro padre de sus hijos; pero ella no es de las que se rinden tras un fracaso y tiene muy claro qué tipo de hombre desea a su lado. Para empezar, uno que no se parezca en nada al abogado con el que debe competir en su trabajo, ese que está poniendo a prueba toda su paciencia.
Jack Helker es tan atractivo como borde y, cuando se enfrentan en un importante caso de divorcio, saltan chispas entre ellos. A pesar de su sonrisa insolente y de que es el típico hombre que debería venir con un cartel en la frente en el que pusiese «no tocar», Elisa es incapaz de ignorar el deseo que siente cada vez que él está cerca. Y, entre rocambolescas citas, Froot Loops y noches imprevistas, empezará a reconsiderar que a veces «perder el control» también tiene sus ventajas

Esta segunda parte me ha sorprendido y mucho. Después de leer el primero pensé: voy a leer el segundo y así lo liquido de una vez. Pero me ha gustado muchísimo. Elisa en la primera parte no me gustaba nada, incluso me caía mal, pero en su propia historia me he reconciliado con el personaje. Y es que los diálogos son buenísimos. Jack es un contricante muy bueno para Elisa. 

Y la historia tiene mucha miga. Hay lágrimas hacia el final, pero con un desenlace muy bonito. Y también tenemos la historia de Hannah. La tercera amiga. Incluso una pareja más inesperada.

Liis Lindy es una agente del FBI dedicada en cuerpo y alma a su trabajo. Por eso rompe su compromiso y se muda a San Diego, donde sueña con ascender tras resolver un caso imposible. El agente especial Thomas Maddox es arrogante, implacable y está decidido a acabar con los criminales más duros del mundo. Por eso es considerado uno de los mejores. No obstante, por muchas vidas que haya salvado, hay una por la que lo daría todo. Su hermano pequeño, Travis, podría ir a prisión por su implicación en un incendio que acabó con la vida de decenas de estudiantes. Su única opción es acceder a colaborar con el FBI.

Liis es rebelde y testaruda pero consigue suavizar las partes más ásperas del carácter de Thomas. Eso la hace perfecta para hacerse pasar por su pareja y acompañarle a la renovación de votos de Travis y Abby con el objetivo de ofrecerle el trato. Pero cuando la ceremonia acaba y deben dejar de fingir... Liis se pregunta si de verdad lo han estado haciendo.

Me encanta la forma de escribir de Jamie Mcguire. todo lo que escribe trasmite. Consigue hacerte sentir que eres parte de la historia o incluso la protagonista. Sientes todo lo que les pasa a sus protagonistas. Y esta no era una historia fácil.

Thomas Maddox no ha olvidado a su novia Camille, la cual es ahora novia de Trenton, su hermano. Liis es una agente del FBI que se traslada a San Diego para huir de una relación que no le aporta nada y para ascender y llegar a donde quiere. Junto a todo esto, Thomas tiene que hacer un operativo, donde entra su hermano Travis. Debe hacer que entre a formar del FBI para atrapar al padre de su mujer, Abby. Así que ya tenemos a toda la familia reunida.

Me ha gustado lo bien que ha sabido mostrarnos el ambiente de trabajo de ambos, que es el mismo, pues Thomas es el jefe de Liis. Veremos como pasan de una noche de pasión a sentir algo más. Pero para ello Thomas tendrá que convencer a Liis de que ha olvidado a Camille. Y será capaz Liis de afrontar una relación y no renunciar a su trabajo?