Posey Osterhagen tiene mucho que agradecerle a la vida. Es la propietaria de una exitosa empresa de rehabilitación de edificios, su familia la arropa y tiene un novio, o una especie de novio. Aun así, le parece que le falta algo. Algo como Liam Murphy, un tipo alto y peligrosamente atractivo. Cuando Posey tenía dieciséis años, ese chico malo de Bellsford le rompió el corazón. Ahora que ha vuelto, su corazón traidor está de nuevo en peligro. Lo que tendría que hacer ella es darle calabazas pero, en cambio, el destino parece tenerle reservado algo distinto.

Se me había olvidado subir esta crítica. Y no porque el libro no me haya gustado, ni mucho menos. Lo dejé en reposo porque me gustó tanto, que no sabía como atacarla, y ahora vi que no la había escrito.
Leer una novela de Krista higgins es un placer. Espero que sigan publicando libros de ella, pues solo me queda uno por leer.
Cordelia, o Posey para los amigos siempre ha pasado desapercibida para todos los hombres, pero ha llegado a una edad en que quiere lo que tiene la mayoría: Maridos, Hijos, etc. Trabajo y amigos los tiene. 
Todo parece ir bien hasta que llega al pueblo su amor de juventud, Liam. Era el rompecorazones del instituto, y por supuesto se lo rompió a Posey. 
Ella guarda un recuerdo muy amargo de Liam, con respecto al baile de graduación. 
Liam ha regresado, después de quedarse viudo, con su hija adolescente para vivir en un sitio tranquilo y estar más cerca de los abuelos maternos. 
Cuando se encuentran surge entre ellos una amistad que Cordelia no entiende y Liam tampoco, pues nunca se ha fijado en ella sexualmente hablando. Le llaman la atención sus labios, pero como trabajó para sus padres siendo adolescente nunca se acercó a ella, pero ahora parece diferente.
Posey no sabe si fiarse y para ello tiene a su cuñado, el marido de su hermano para ayudarla y a sus amigos.
Una historia muy divertida y con mucho sentimiento.