Cada muerte tiene un secreto. Cada secreto, un principio. 
En la oscuridad de la noche cinco figuras se turnan para cavar una tumba, un hoyo pequeño en el que entierran los restos de una vida inocente. Nadie dice nada, les une un pacto de sangre que no romperán... 
Años más tarde, Teresa Wyatt es brutalmente asesinada en la bañera de su casa, y tras ella se suceden más muertes violentas. Todas las víctimas tienen algo en común, y la detective al frente del caso, Kim Stone, pronto se da cuenta de que la clave para detener al asesino que está sembrando el pánico en la ciudad es resolver un crimen del pasado. 
Está claro que alguien esconde un secreto y está dispuesto a todo para que no salga a la luz.

Con algunos libros se desde un principio que va a ser un acierto. A lo mejor más que saberlo es una sensación que tengo: me digo este si. Y con este me ocurrió. Me gustaba mucho el título y no me ha decepcionado nada. 

Una historia que lleva un ritmo muy intenso y que no decae en ningún momento. Va dando giros hasta llegar al desenlace. El cual me ha sorprendido. 

Incluso me ha gustado cuando el autor introduce los pensamientos del asesino. 

Los personajes me han gustado como están definidos. La inspectora Kim Stone  tiene sus propios demonios y lucha con ellos día a día. Y por las circunstancias de su infancia entiende muy bien este caso. Sólo que no es una persona fácil de llevar ni de entender. Salvo uno de los compañeros. 

Espero seguir leyendo libros de esta autora.