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miércoles, 19 de julio de 2017

La chica que susurraba a las vacas (y no estaba loca)Estimados lectores/as:
Es muy difícil dar una descripción medianamente comprensible -y cuerda- de un libro donde coinciden una chica que habla con vacas, un jugador de fútbol americano con demasiado ego y al que le encanta gritar, una sexagenaria de armas tomar, un rancho texano donde la cordura brilla por su ausencia, unas vacas que actúan como cualquier cosa menos como lo que son...
Entre tanta locura también hay amor de todos los tipos, fraternal, amistoso, pasional, irracional, bovino, equino-bovino, humano-bovino... A gusto del lector, señoras y señores. Ah, sin olvidar tampoco los desengaños de toda índole, las segundas oportunidades, la lucha por conseguir lo que queremos, la superación de las duras situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida... 
Si nada de esto te ha terminado de convencer o, al contrario, te mueres de ganas de saber qué demonios escribí, prueba a leer la historia de Candela y King. Si te convence, bienvenido/a al club de los Meierianos, y si no es así... ¡A Dios pongo por testigo que un día lo conseguiré! (como comprenderéis hago las cosas a conciencia y esto lo digo con brazo en alto y bolígrafo en ristre, que la zanahoria que me quedaba la puse en la ensalada)

¡Buena lectura!

Lo primero que me llamó la atención fue el título; después la portada, y después el argumento. No podía resistirme, tenía que leerlo. 
Y menuda alegría que me he llevado. Es un libro muy divertido, aunque también tiene cosas importantes que contar. En algunos momentos me he emocionado. Es corto, pero intenso.
Me ha trasmitido muchas cosas. Lo importante que es la confianza en uno mismo y confiar en los demás. Que no te machaquen, no dejarse pisar, ni humillar.

Nuestra protagonista no ha tenido una vida fácil, pero siempre le ha plantado cara a la vida. Y además habla con las vacas. Si, es algo asi como un susurrador de caballos. Pero ella arregla los problemas de las vacas. 
No está pasando un buen momento, cuando surge la posibilidad de ir a Texas y solucionar un problemas con las vacas en un rancho. El propietario es un jugador de fútbol americano y dueño del rancho. Desde el primer momento el choque entre ellos es brutal. 
Hay que pensar que King ha pagado 100 mil dólares para que Candela hable con sus cuatro problemáticas vacas... jaja.. 
Solo os diré que la historia nos dá una lección muy importante. Los diálogos son chispeantes, ingeniosos. Y espero que siga escribiendo historias así de divertidas.

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