Rebeca vuelve a encarrilar su vida gracias a la ayuda de Ethan, con quien piensa disfrutar de una momentánea paz a pesar de las pesadillas que la acechan después del peligroso caso. Pero esta calma se verá truncada cuando una importante prueba del caso Saulzers S.A. caiga en sus manos. Para acabar de complicarlo, un desconocido enemigo lleno de odio espera su momento para atacar.

Ethan y Rebeca no estarán solos en esta investigación. Contarán con la inestimable colaboración de Tomás, perito informático, que les ayudará a adentrarse en el sórdido mundo de la Deep Web, donde nada es lo que parece y el crimen organizado está a la orden del día. Y del inspector Vázquez, un hombre de ley, dispuesto, como ellos, a llegar al fondo del asunto.

Este libro lo terminé la semana pasada. Es la segunda parte de conflicto de intereses. Tenía muchas ganas de saber como continuaba la relación de Ethan y Rebeca. 

Y la verdad que la historia ha estado al mismo nivel que la primera parte. Ha tenido intriga, acción y el punto de erotismo que ponen los personajes. Y es que Ethan es muy  pícaro y le gusta jugar. Y Rebeca que es un personaje que me gustó en el primero y me sigue gustando en el segundo le sigue el juego a Ethan. 

Son una pareja que me gusta como funcionan. Porque estén junto no se ha apagado la pasión, ni el romance. Y por supuesto en el despacho seguimos con un tema muy interesante: la trama que ya teníamos al principio.

Espero seguir leyendo libros de esta escritora. Me gusta mucho como escribe. Sus novelas me resultan frescas, y ligeras.