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domingo, 22 de enero de 2017

Degan Grant ha terminado su trabajo en Montana y se marcha a California, deseoso de alejarse de su pasado. Pero el alguacil que le salvó la vida le pide un favor: capturar a tres forajidos y llevarlos ante la justicia.
Entonces una joven audaz se cruza en el camino de Degan. Maxine lo intentará todo para escapar del guapo y enigmático pistolero que trata de entregarla a un sheriff corrupto que la ahorcará en lugar de llevarla ante los tribunales.
Cargado con la insolente Maxine, que insiste en su inocencia, Degan tendrá que atrapar a un asesino sanguinario y mantener a raya a un viejo enemigo. Mientras tanto, la obligada cercanía de su seductora prisionera enciende en él un deseo que amenaza con convertirse en una pasión incontrolada.

Llevaba mucho tiempo sin leer una novela de Lindsey que me enganchara desde el principio, pero me ha ocurrido con ésta. Cuando leí el anterior de esta serie ( no son los mismo protagonistas, pero los personajes han salido en el primero, Degan, y el resto de la familia protagonistas del primer libro) me gustó, pero no me cautivó.

Este me ha gustado, pero es cierto que el final podía estar más logrado. Parecía que la autora tenía prisa por terminar la novela. 
Degan es un personaje que me gusta: Un pistolero, aunque busca siempre hacer justicia y sobre todo arregla problemas. Educado por una buena familia, después de un desencuentro familiar, vamos a llamarlo así, decide cambar de parajes y se va al oeste y comienza de nuevo. Se hace pistolero. 
Max Dawson es lo que no parece ser. Y Degan se llevará una grata sorpresa al descubirlo.

Juntos emprenden la búsqueda de malhechores.

Lo que más me ha gustado de esta novela son los diálogos, son verdaderas luchas, pero son realmente divertidos. Se te escapa una sonrisa continúamente. 
La historia trascurre de manera rápida y muy amena. Como dije anteriormente lo que menos me ha gustado es el final, porque es rápido, precipitado y me ha faltado algo más en la pareja. 
Pero no porque el libro esté mal, ni mucho menos.
Me ha gustado reencontrarme con una autora de renombre como es Johanna lindsey.

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