Esta semana he leído libros muy variados, pero si tuviera que quedarme con uno sería: La música del corazón de Brittainy C. Cherry.
Me encanta como escribe esta autora. Te llena y te trasmite muchos sentimientos. Son historias muy reales, pueden ocurrir en cualquier lugar y aborda temas muy actuales.

Jasmine y Elliott llevan la música en la sangre.

Están hechos el uno para el otro y sueñan con  una vida juntos, pero el destino no tardará en   separarlos. 

 Años después, cuando Jasmine   regresa a su hogar, todo ha cambiado para la   joven pareja. 

 ¿Podrá su amor por la música   unirlos una vez más? 

Esa pequeña sipnosis no te dice nada, pero en las primeras 10 páginas ya vislumbras por donde va a ir la historia. 

Jasmine vive agobiada por la insistencia de su madre de que triunfe cantando. Pero no lo que le gusta a Jasmine, el soul, sino pop. Así que asiste a clases de canto, de ballet...etc. Pero nunca es suficiente. Esta primera parte me ha recordado la insistencia de algunas madres porque sus hijos se presenten a concursos de belleza, solo que aquí son audiciones. Es una auténtica tortura. Ves que la niña no tiene infancia. No asiste al colegio a  las clases, si no que las recibe en casa. Cuando por fin va al instituto es la niña más feliz, y claro es la rara del instituto. Allí se fija en Elliot. Un niño solitario que siempre es el blanco de las burlas de los más populares del instituto. Bulling en toda regla. 

Son dos formas de ver los abusos que reciben los niños: por un lado de sus padres, y por otro de los niños con los que convives diariamente. 

Ellos se hacen amigos inseparables, pero la madre de Jasmine no lo ve con buenos ojos. Así que consigue llevarse a su hija lejos. A Londres. Elliot se queda en Nueva Orleans y presencia como matan a su hermana sin poder hacer nada. Y entonces cambia, se vuelve gruñón, arisco, borde, etc. Tardan más de 6 años en volver a verse. 

Un día Jasmine abandona a su madre y regresa a lo que considera su casa. Con un padre que no es su padre y en busca de Elliot. 

Y todo ello acompañado de música. 

Una historia que hace que sueltes más de una lágrima, pero la historia merece la pena.