Una espléndida finca en el sur de Suecia se convierte en el escenario de los acontecimientos del vertiginoso siglo XX, protagonizados por varias mujeres de una misma familia.

Estocolmo, 1913. Agneta, la descendiente de una familia que se dedica desde hace varias generaciones a la cría de caballos, finalmente ha logrado su gran sueño. Ha conseguido que la acepten en la Academia de Bellas Artes y podrá disfrutar de su libertad lejos de la familia, participar en las reuniones de las mujeres sufragistas y pasar las noches con su joven amante, Michael. Pero todo se trunca cuando su padre y su hermano fallecen en un accidente y Agneta debe regresar inmediatamente a  casa para hacerse cargo de la finca familiar. La joven intentará abrirse su propio camino sin ceder a los deseos de su madre, que quiere casarla cuanto antes con el mejor pretendiente.

Cuando leo un libro de Corina Bomann no suelo leer ni el prólogo. Me basta con mirar la portada. Sé que quiero leer este libro. Así que solo suelo mirar donde transcurre. Pues esta autora es capaz de trasladarnos siempre a lugares increíbles. Esta vez es Estocolmo. Año 1913. Una diferencia con respecto a otros libros, es que no hay retroceso en el pasado en cuánto a tiempo pasado. presente. En este caso retrocede en los recuerdos de nuestra protagonista Agneta. 

Agneta es una mujer muy avanzada en su época. Es liberal, y lucha por los derechos de la mujer. Es una sufragista. Está emancipada, porque no quería casarse con quien quisieran sus padres. Ella quería estudiar y trabajar. Pero los sueños en ocasiones son solo eso, Sueños. Su padre y su hermano, heredero del título familiar y de la finca, sufren un accidente y Agneta debe regresar a casa. Abandonando sus estudios. Cuando llega a la casa familiar se encuentra con una situación más serie: Su padre a muerto y su hermano está muy grave. Poco después fallece. 

Agneta toma las riendas de la herencia familiar. Tiene que luchar con su madre, pues no es una madre tierna y adorable. Es dura, arisca y siempre está criticando a Agneta por todo. 

Son tiempos duros. Debe contratar a un administrador que la ayude en las tareas de la finca. Está a punto de estallar la primera guerra mundial y ella realiza tareas que debería hacer un hombre según la sociedad en la que le ha tocado vivir. 

No lo tendrá fácil. Sin desvelar mucho, os puedo decir que Agneta se queda embarazada y todo se complica un poco. Se tiene que casar con su mejor amigo. Y este no recibe bien la noticia de que esté embarazada de otro. 

Poco a poco iremos descubriendo que no todo es lo que parece. Fue un accidente la muerte de su padre y su hermano? Cómo era la vida de los sirvientes en aquella época? Tenía Agneta libertad para hacer todo lo que quisiera?

Descubrirá que aunque los hombres la amen, no están dispuestos a ser los segundos, estar por detrás de ella. Tendrá que luchar por lo que quiere. 

Me ha gustado mucho el libro. Me costó un poco al principio porque iba lento, pero a medida que avanzaba en la historia no podía parar de leer. 

Espero con ganas la segunda parte.