
Tenía muchas ganas de leer el primer libro de esta serie de bomberos. Y la verdad que me ha durado un suspiro. Fue salir, leerlo, y acabarlo. Me ha gustado. Esperaba algo más intenso tal vez, pero la historia me ha gustado.
Anne sabe lo que quiere; quiere ser bombera, apagar fuegos, estar metida siempre en la acción. Pero en ocasiones comete errores, y eso es lo que le hace perder su trabajo. No puede seguir realizándolo a consecuencia de un accidente en su trabajo apagando un fuego. Así que debe reinventarse. Ahora es investigadora de incendios. Pero sigue teniendo el mono del fuego metido dentro.
Danny es el chico malo del equipo donde trabaja Anne. Anne y Danny han tenido algo, pero solo una noche, Anne no repite nunca. Aunque en esta ocasión no puede sacárselo de la cabeza. También le ocurre algo parecido a Danny. Danny también estará implicado en el accidente laboral de Anne. Y ambos sentirán que les persigue ese día.
A lo largo de la historia iremos conociendo al equipo de bomberos de Danny. También al hermano de Anne que es el jefe del cuerpo de bomberos. Y a muchos otros protagonistas.
Esta es una historia de suspense romántico. Los incendios son provocados la mayoría de las veces, y aquí es donde Anne entra a investigar de lleno. Mientras sus antiguos compañeros apagan fuegos y otros problemas.
Te cuenta muy bien el ambiente de los bomberos, los problemas que tienen, no todo es tan bonito. Está claro que el que es bomberos es por que lo quiere ser, no porque haya llegado de rebote a esa profesión.
Anne me ha gustado; una chica decidida que lucha por lo que quiere. Tiene problemas pero poco a poco os irá solucionando.
Danny también me ha gustado. Al final lucha por lo que quiere también. No se rinde. Y asume sus problemas.
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