Lydia no puede dejar de pensar en Rhys, un hombre atractivo, sexy y divertido… que también es su nuevo jefe. Siempre ha hecho lo que debía y, aunque no tiene mucha experiencia, está dispuesta a todo para conquistar a Rhys. Incluso subastar su virginidad. Sí, no es el plan más sensato y Lydia tiene mil razones para no hacerlo, pero también podría salir bien… ¿no?

Primer libro de la serie Buena chica. Me he reído un montón con esta historia, pues la protagonista Lydia tiene unas ideas muy divertidas. Cuando menos te lo esperas te sorprende. Es una chica que siempre ha seguido las normas; una chica estudiosa, pero que nunca se ha divertido mucho. Bueno, si, pero a su manera. Le gusta coser sábanas y convertirlas en pijamas, ser una exploradora y  también ha salido con algún chico, pero no ha pasado de algunos besos y poco más. Es virgen. 
Rhys es un protagonista muy atractivo, divertido, sexy pero que cambia de mujer todas las noches. Incluso paga por ello. No quier saber nada más después de acostarse con ellas. 

Se conocen en un bar cuando Lydia y su amiga están hablando de que no se irán de allí hasta que lydia besse a alguien. Rhys oye la conversación y se propone él como candidato.
Después de besarle nada volverá a ser igual. Piensa que no volverá a verlo, pero nada más lejos de la realidad. Pues en breve descubre que es su jefe. Y se vuelve loca diciéndole cosas que no debería a su jefe.
Su última locura es subastar su virginidad. Su jefe se entera y ya hemos liado la película. La cual es muy divertida.
Me ha gustado la naturalidad de Lydia, sus locuras y su forma de pensar.
Rhys también tiene sus momentos. No es un prepotente, se sabe guapo, porque lo es. Pero no pretende ser diferente de lo que ves.
También me ha gustado ver a la pareja del libro Sin rodeos. Pues Rhys es primo del protagonista del otro libro.