Una mujer rota…
Un hombre que necesita ayuda…
Solo el amor puede reparar un corazón destrozado…

Crystal ha aprendido hace mucho tiempo que el amor solo provoca dolor. Para ella es mejor no sentir nada a que le hagan daño otra vez. Mantiene su corazón a salvo detrás de una dura fachada, y desconfía de los hombres, ya que solo la han utilizado para sus propios fines. 
Una noche, entra en su vida Gabriel Dalton, un hombre que, a pesar de su terrible pasado, posee una innegable bondad. Aun sabiendo lo que puede suponer para ella, Crystal se siente atraída por él. La tranquila fortaleza de Gabriel desgasta las defensas que la protegen desde hace tanto tiempo, y su tierna paciencia consigue que ella se cuestione todo lo que creía cierto. 
Crystal y Gabriel no habían imaginado que la vida, la misma que les ha robado todo, podría regalarles un amor tan profundo. 
Ahora la decisión es suya: ¿deben endurecer sus corazones otra vez o buscar el valor necesario para olvidar su doloroso pasado y seguir adelante juntos?

Siempre que veo un libro de esta autora me pregunto: ¿Conqué me va a sorprender esta vez? y la verdad, lo consigue.

En esta ocasión nos presenta a dos protagonistas que están muy tocados. Ella, como dice la sipnosis, está rota y él necesita ayuda. Podrán juntos reparar esos corazones destrozados?

Bien, por un lado tenemos a Crystal que ha sufrido mucho. Trabaja en un club de Striptease y no espera nunca nada bueno de los hombres. Y en general de las personas. Todo el mundo la ha abandonado o ha considerado que no vale nada. La autoestima de Crystal está por los suelos. Por cierto, Crystal no se llama así. Este es su nombre artístico. Pero en el libro se desvela como se llama.

Gabriel es un hombre que ha sufrido también. De pequeño fue secuestrado y retenido en un sótano durante 6 años. Hasta que escapó. Pero no sabe relacionarse con nadie, sobre todo las mujeres. 

Llegado a este punto, es cuando Crystal y Gabriel se conocen en el club de striptease. El acude allí buscando a una mujer que le ayude a superar su problema. Y cuando sus miradas se cruzan ambos se dan cuenta que ninguno de los dos debería estar allí.

Después de un problema que tiene Crystal y a pesar de su negativa de ayudar a Gabriel no le queda otra que ir a vivir con él, pues está impedida. (Tampoco os voy a contar que ha pasado), hay que leer el libro. 

Poco a poco, iremos viendo como van despojándose de sus armaduras, como van saliendo sus historias, tristes, pero suyas. Y veremos como en la vida siempre hay que creer en uno mismo, pero también ayuda que crean en tí, Que te den la oportunidad de mejorar, de crecer. 

Esta historia no ha sido como las anteriores. Hay amor, sí, pero tal vez los protagonistas están más dañados que otros. Me ha gustado, porque la historia va lentamente. También por que parece que las almas gemelas se reconocen allí donde se encuentran, por muy dura que haya sido la vida, o por muy mal que lo estés pasando en ese momento. 

Os animo a leerlo.