Este mes ya tiene los días contados. Junio se va y llega Julio, como el que no quiere la cosa. Este mes haciendo balance he leído más libros de novela negra que románticos. Y por supuesto se lleva la palma: Una luz en la llama de Jennifer L. Armentrout. Lo malo es que hasta diciembre creo que no estará el siguiente. Después he leído mucha novela negra. A cuál mejor. El del inspector Malart que ha sido el último en leer, era el tercero de la serie, me ha gustado mucho. Me queda otro, pero no lo he querido empezar. También me ha gustado el quebrantahuesos, el cuarto de la serie del inspector Valdés. Otra serie que ha ido increscendo. Para Julio tengo varios que quiero leer, pero luego no cumplo las expectativas, así que sobre la marcha. No hay prisa. Más arriba había comentado que la novela romántica no me había sorprendido mucho este mes, salvo el de novela fantástica. Bueno, pues me he leído la bilogía de Paula Ramos: Siempre fuimos fugaces, y Siempre seremos eternos que me ha encantado. Cuenta la historia de Ava y Hugo. Dos personajes que dejan huella. Muy recomendable.