Lucy Hutton es la asistente de una editora de la vieja escuela, preocupada por la calidad de los títulos que publica. La editora se ve obligada a fusionar su pequeña editorial con una gran editorial comercial, y Lucy se ve obligada a trabajar con Joshua Templeman, el asistente del editor en jefe de la otra editorial, preocupado únicamente por las ventas. Lucy y Joshua se convierten inmediatamente en enemigos, pero del odio al amor ya sabemos que hay sólo un paso…

Desde que lo publicaron tenía muchas ganas de leerlo. Es de esos libros, que con solo leer el título ya quieres leerlo. Y así ha sido. Me duró un suspiro. 
La relación amor-odio entre ambos personajes es muy buena. Pero no todo se queda ahí. Toda historia tiene un porqué, un trasfondo, y así ha sido. 
Lucy tiene un poco de complejo porque su familia es granjera. Siente que puede haber fallado a sus padres, en el sentido de que se averguenza de ellos o que no ha conseguido lograr aquello para lo que estudió.
Josh es también más que el compañero de discrepacias de Lucy. Podía haber sido médico, pero no lo fué, estudió otra carrera y se convirtió en lo que es hoy en día, el asistente del editor en jefe. Pero su familia, sobre todo su padre no lo acepta.
En todo esto, hay un ascenso en la empresa, pero su relación de odio, no es solo eso. Detrás hay mucho más. Aunque de momento ninguno lo vea. Josh parece enamorado de Lucy. Y Lucy comienza a tener sueños eróticos con su compañero. 
Así la cosa, acaban convirtiéndose en algo así, como amigos. Pero que se han besado y han sentido muchas cosas ambos.
No os cuento más, pero la historia es muy divertida. Los diálogos son tremendos. Y merece la pena pasar una tarde con el libro. Es lo que me ha durado.