Bodine Longbow siempre tiene mucho que hacer. Es complicado encontrar tiempo para algo que no sea el trabajo cuando diriges un resort de lujo en Montana. Desde luego, no tiene tiempo para el amor.

La llegada al rancho de Callen Skinner, el chico que le robó el corazón cuando no era más que una niña, devuelve la ilusión a Bodine. Pero el hallazgo del cadáver de una chica dará al traste con todo, ya que Callen se convierte en el principal sospechoso. El asesinato trae horribles recuerdos a la familia de Bodine.

¿Y si el crimen tuviera algo que ver con la misteriosa desaparición de la tía Alice, en aquel mismo lugar, hace veinticinco años? ¿Podrán Callen y Bodine descubrir la verdad antes de que sea demasiado tarde?

Tenía muchas ganas de leer algo de Nora Roberts. Y la verdad es que después de leerlo, hace ya varíos días, me doy cuenta que ha pasado sin pena ni gloria. No es de esos libros que te deja un gran recuerdo. Me ha gustado, pero no me ha hecho sentir mariposas. 

Los personajes no están mal, pero creo que no ha profundizado mucho en ellos. Tampoco en la parte romántica. E incluso la de suspense se queda un poco coja. 

Creo que daba para mucho más. Pero por la razón que sea, se ha quedado en una historia que está bien, pero poco más.