John Lowell tiene muy claro lo que no quiere hacer en la vida: parecerse a su padre. Así pues, a sus dieciocho años decide plantarse y, con su desaliñado aspecto, su ruidosa motocicleta y sus atrevidas apuestas, llegará al aburrido pueblo de Whiterlande, donde logrará que todo cambie. Allí conocerá a la «recatada» Sarah Robinson, a la que provocará continuamente para sacar a relucir a la osada mujer que esconde en su interior, la única capaz de seguirlo en su juego. El inconveniente es que, mientras que John se ha fijado en Sarah, ella sólo tiene ojos para el chico perfecto al que nunca ha dejado de perseguir.
¿Conseguirá John ser tan afortunado en el amor como en el juego? ¿Apostará finalmente Sarah por él? Descubre en esta historia cómo las locuras de un amor de verano pueden convertirse en algo más…
Tenía ganas de saber de los padres de los anteriores protagonistas: Elizabeth, josh...etc... y es que los padres de esos personajes son la caña también.
Me ha gustado mucho como ha sabido reflejar la época asfixiante en la que vivían en aquella época las mujeres, pero también los hombres. Pues se esperaba que hicieran lo mismo que sus padres.
Luego me ha gustado el punto de humor que siempre le pone a sus libros, y en este caso más aún. Ambos son geniales. Uno es un rebelde, john. Está harto de que le digan lo que tiene que hacer. Y Sarah, no puede hacer lo que quiere. Está ahí para agradar a los demás, conquistar un hombre, pero el adecuado, no el que ella quiere.
Luego veremos personajes secundarios que son importantes, y que recordaremos de las otras historias.
Las risas están garantizadas.
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