Estas son las portadas que componen la trilogía de la sangre de Maribel Medina. Una autora desconocida para mi, pero que me ha gustado leer.
He tenido altibajos con esta trilogía. El primero me gustó, pero como pasa siempre, es cuando conoces a los personajes. Conocemos a Thomas Connors que es agente de la interpool en Francia, Lyon,  y anteriormente perfilista del FBI. Por otro lado tenemos a Laura que es forense en Suiza. Se conocen porque su mundo choca al encontrarse con unos cadáveres jóvenes, deportistas y todos muertos de muerte súbita. Así entramos en el mundo del dopaje. Muy interesante por cierto.
En un momento dado la trama se va complicando, pues no solo entran en juego los deportistas, sino sus agentes, países...etc. Conoceremos a ambos personajes. Lo que arrastran, lo que anhelan.
Después en la segunda entrega Sangre Intocable nos trasladamos a la India para ver como trabajan las farmacéuticas. Como utilizan de conejillo de indias a las personas de más baja clase. De nuevo sus caminos se vuelven a encontrar y es que solo han pasado unos meses desde el anterior caso. Su relación se vuelve más estrecha y por fin pondremos cara a George, el amigo de la DEA de Thomas.
Por último en Sangre en la hierba tocaremos el tema de la trata de blancas. Algo muy duro. Tendremos a una madre desesperada buscando a su hija. Una hija huyendo y contando su historia a través de sus diarios. Y a una Laura que se vuelve rara de repente. Su carácter ha cambiado desde que es madre, tal vez porque aún no ha vuelto a su rutina, o porque ha pasado de estar sola a tener que compartir su tiempo con un niño. Un niño que deseaba, pero que ahora ve que llena su tiempo.¿ Y qué pasa con Thomas? Parecía que había algo entre ellos o era todo un espejismo....
Bueno, pues a lo largo de las 3 historias iremos viendo como crecen los personajes, como resuelven los casos, o ven que algunas cosas no se pueden solucionar. No todo es tan bonito. Hay por el medio mucho dinero, poder, corrupción, etc..
Me ha gustado.