Esta semana he leído libros muy buenos.  Y la anterior también.
Uno de los últimos que he leído No lo llames deseo de Noelia Amarillo.

El amor no es tan maravilloso como lo pintan. El amor es deseo, caricias y risas, pero también traición y dolor. Es agonizar hasta desaparecer, hasta darte cuenta de que no eres capaz de reconocerte ante el
espejo. He amado con locura. Por amor he soportado mucho más de lo soportable, he llorado y he sangrado. Me he roto en pedazos y he tardado meses en volver a ser poco más que una sombra del hombre que era. Así que no pienso caer en el mismo error. Porque amar es un enorme y terrible error. 

Y no me importa si ella es dulce, divertida y leal. Si me descubre su corazón en cada sonrisa. No importa que me falte el aire cuando ella no está a mi lado. No voy a cometer el error de enamorarme de ella. Porque el amor duele, desgarra, exige y, al final, mata. Y yo no sé si podré resurgir de mis cenizas de nuevo.

Este libro ya me había llamado la atención después de ver como acababa el anterior, y además vimos todo lo que le ocurría al protagonista, Cálix. Lo que sufría. Por que el amor es verdad que es maravilloso, pero en ocasiones duele y no debería. 

No sabía como iba a abordar este tema, ni como iba a salir del embolado en el que se metió. Por que la verdad que dejó muy tocado al personaje. Pero me ha encantado. He conocido nuevos personajes que me han gustado e intrigado. Como es el caso de Uriel. También  me ha gustado ver crecer a otros personajes como es el caso de Kini y su chica, la hija de Gala. Y por supuesto me ha gustado conocer a la protagonista de esta nueva historia: iskra. 

Una novela divertida, pero también llena de drama. Llena de deseo, pero también desesperación. Llena de humor, pero también de lágrimas. Llena de erotismo, pero también de desamor. En conclusión una buena novela que no me ha durado mucho. 

La recomiendo. Tiene unos personajes que no dejan indiferentes, y aunque algunos no se entienden como puede ser el caso de Uriel, al que al principio puedes tachar de frívolo, también tiene su punto y su porqué. A mí me ha gustado y estoy deseando saber su historia. 

Otro libro que me ha gustado es Nunca serás agua de Patricia A. Miller.

La familia, el trabajo y el béisbol son los tres pilares de la vida de Megan Gallagher, la única bombera de la 52 de Chicago. Es valiente y perseverante; pero una decisión errónea puede convertir una vida de esfuerzo y pasión en pesadilla. Una grave lesión llevará a Megan lejos de su felicidad, pero cerca de él, Nicholas Slater.

Nick es fisioterapeuta en el Delorce Medical Center, en Springfield, y le acaban de asignar a una de las peores pacientes de los últimos años. Es temeraria, cabezota y cree que la rehabilitación va a ser pan comido, pero se equivoca, y la inagotable paciencia de Nick llegará al límite cada vez que deba trabajar con ella.

Algo muy intenso empezará a arder con el paso de los meses. El sarcasmo se convertirá en diversión, el trabajo en compañía y el dolor en consuelo. Pero hay demonios que siempre vuelven y cicatrices que nunca acaban de cerrarse.

Nunca serás agua es una novela de emociones que arden bajo la piel, como las brasas de un poderoso incendio.

Cuando cogí esta novela llevaba varias malas. Y con malas quiero decir que no conseguía acabarlas. Eran pésimas. Pero fue empezar esta novela y ver que había vuelto a conseguir encontrar un tesoro. Es una novela sencilla, con un argumento que ya hemos visto, seguramente, en varias ocasiones. Pero es la forma en que está escrita. La forma de llegar al lector, que hizo que me emocionara, y que sintiera la pasión de Megan por su trabajo. El sufrimiento de Nick. Me gustaron los diálogos. 

En definitiva he descubierto a una autora que no había abordado aún. Ahora ya no tengo exclusa para leer los siguientes libros. 

La siguiente historia que descubrí y que me ha gustado ha sido Ojos de Agua de Domingo Villar.

Entre el aroma del mar y de los pinos gallegos, en una torre residencial junto a la playa, un joven saxofonista de ojos claros, Luis Reigosa, ha aparecido asesinado con una crueldad que apunta a un crimen pasional. Sin embargo, el músico muerto no mantiene una relación estable y la casa, limpia de huellas, no muestra más que partituras ordenadas en los estantes y saxofones colgados en las paredes. Leo Caldas, un solitario y melancólico inspector de policía que compagina su trabajo en comisaría con un consultorio radiofónico, se hará cargo de una investigación que le llevará de la bruma del anochecer al humo de las tabernas y los clubes de jazz.

Me ha gustado la forma en que hace llegar al lector la descripción de vigo y sus alrededores; su costa, su gastronomía, sus gentes...etc. En definitiva un descubrimiento al que ya le he puesto remedio cargando el segundo libro de este escritor. 

Me ha gustado la pareja tan risoria que hace con Rafael, Leo es más serio y comparte su trabajo de policía con el de locutor de radio. Rafael viene desplazado de Zaragoza, por sus prontos. Los cuales no han mejorado mucho.