Desde que fue violada en una habitación de hotel, la joven psiquiatra Emma Stein ya no abandona su casa. Había sido la tercera víctima de un psicópata asesino y la única que escapó con vida, aunque sin verle la cara.

Un día el cartero deja un paquete destinado a su vecino, a quién no conoce. Al aceptarlo no imagina que está a punto de comenzar su peor pesadilla...

Los libros de Sebastian Fitzek siempre son recomendables. Nunca son lo que parecen y en esta ocasión ha sido así también.

Por un lado tenemos a la psiquiatra Emma Stein. Embarazada, con su marido, un trabajo y de repente es violada en la habitación de un hotel. Y de una forma magistral, nada es lo que parece. No hay embarazo, parece que no hay violación, ni la habitación donde dice haber sido violada e incluso su marido que es del FBI desconfía de ella. Nadie la cree. Pero ella sabe lo que sintió. O eso cree,

Y de repente 6 meses más tarde nos encontramos que ha sido internada y que ha sido acusada de asesinato. Todo comienza con el recibo de un paquete. Un paquete que no es para ella, sino para el vecino, pero que el cartero insiste en dejarlo en su casa.

No os voy a contar más. Pero os puedo decir que el libro lleva un ritmo trepidante. Se lee muy rápido y desconfías de todo, y de todos. Incluso de ella, o del cartero.